Memorias de Idhún es una de las sagas de fantasía más famosas de la célebre escritora española Laura Gallego. Actualmente, puede encontrarse en forma de la trilogía La Resistencia, Tríada y Panteón. Sin embargo, yo elegí leerla a través de los seis libros de formato de bolsillo Búsqueda, Revelación, Despertar, Predestinación, Convulsión y Génesis.
Jack es un joven que hace su vida normal en Dinamarca hasta que sus padres son asesinados por Kirtash y Elrion, cuyas intenciones eran acabar con la vida del chico. Pero por fortuna, es rescatado por el mago Shail y el caballero Alsan, y transportado a un pequeño mundo llamado Limbhad, donde una chica llamada Victoria había sido salvada de correr la misma suerte. Alsan y Shail les explican que vienen de un mundo llamado Idhún, un lugar lleno de magia y habitado por diferentes razas (feéricos, yan, celestes, varu, humanos y gigantes, principalmente) que ha caído bajo el dominio del malvado Ashran el Nigromante y su ejército de sheks (serpientes aladas gigantes). Según la profecía, un dragón y un unicornio vencerán a Ashran, y por eso él exterminó a todos los dragones y unicornios. Aun así, los magos y caballeros consiguieron salvar a una cría de cada raza y los enviaron a la Tierra para protegerlos. Ahora Shail y Alsan los están buscando para que puedan cumplir la profecía. Además, tienen la intención de salvar a todos aquellos idhunitas que huyeron a la Tierra, que están siendo asesinados por Kirtash, hijo de Ashran.
Este es el resumen principal, pero hay que añadir que, finalmente se descubre que Victoria es el último unicornio, Jack el último dragón y Kirtash un medio shek. Y no solo eso, sino que se produce un triángulo amoroso en el que Kirtash y Jack están enamorados de Victoria y esta les corresponde. Juntos viajan a Idhún para derrotar a Ashran.
A nivel formal, como todos los libros de Laura Gallego, está exquisitamente escrito. El lenguaje es comprensible para todo tipo de públicos pero está bien elaborado. Es muy fácil de leer pero no pierde la belleza del texto. Especialmente me gusta la narración de las batallas (descriptiva) y del fuero interno de los personajes (emotiva).
Los personajes son redondos y cada uno tiene una personalidad muy carácterística que además cambia y evoluciona con el relato. La novela no cae en la tentación de centrarse solo en los protagonistas, sino que nos traslada también a las historias de una gran cantidad de personajes, cada uno con vida propia. Los personajes no solo son herramientas para narrar la historia, sino que la autora nos acerca a ellos, nos mete en sus corazones y en su pasado y nos hace quererlos u odiarlos. La afinidad del lector con los personajes es muy fuerte, y su personaje favorito no tiene por qué ser uno de los protagonistas.
El argumento, al igual que los personajes, cambia, se reinventa. La historia evoluciona constantemente y se divide en multitud de pequeñas historias convergentes, las de todos los personajes, las leyendas que se narran entre ellos, la relación amorosa de los protagonistas, la lucha contra el mal... Los que al principio eran malos se vuelven buenos, los que parecían buenos se corrompen, un malo muere y aparece otro, una relación se rompe y empieza otra... No es la típica historia fantástica de dos héroes que matan al villano y luego se casan y viven felizmente.
Esta historia está plagada de matices, y su moraleja final parece asestar un golpe mortal a estas antiguas narraciones para demostrar que no todo es blanco o negro. Engancha al lector, ya sea porque este se interesa en saber si Victoria elegirá a Kirtash o a Jack, cómo será el destino de Idhún, si un personaje vivirá o morirá, cuáles son los planes de los sheks, cómo acabará una batalla... Siempre habrá una situación de la novela que te producirá tanta curiosidad que no podrás dejar de leerla.
Lo que más puede confundir o cautivar al lector es la evolución del triángulo amoroso de los personajes.
Desde mi punto de vista, es la relación amorosa más rara que he leído en mi vida y dista muchísimo del triángulo tradicional en el que la chica ama solamente a uno, o le gustan los dos y al final acaba eligiendo a su verdadero amor y desechando al capricho. Esto puede ser positivo especialmente para los interesados en la literatura amorosa, pero también puede chocar con los ideales del lector. El caso es que puedes estar encantado con esta narrativa amorosa o detestarla profundamente, pero no te deja indiferente.
Aun así, la saga me ha dejado un poco fría. Si bien es cierto que es una buena obra y que entretiene bastante, me parece que Laura Gallego ha escrito novelas mejores que no han obtenido tanta fama.
¿Os gusta esta historia? ¿Veréis la serie de animación? ¡Decídmelo en los comentarios!
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