Luna Apogeo y Luna Apogeo Nuevo Mundo son las dos primeras partes de la trilogía Luna de Rubén Azorín, autopublicada en Amazon. Se engloba dentro del género de ciencia ficción apocalíptica.
Estas son sus sinopsis:
- Luna Apogeo: ¿Qué es realmente la Luna? ¿Ha estado siempre ahí? ¿Por qué sólo nos muestra una de sus cara? ¿Qué nos oculta? ¿Qué ocurriría si su órbita se alterase súbitamente? ¿Sería posible la vida en la Tierra sin ella? ¿Y si su presencia en el cielo no es casual? ¿Y si está relacionada con la misma esencia del ser humano, con su despertar? Enfréntate a todas estas preguntas siguiendo al grupo de científicos del Proyecto de Medición Lunar Lázar que, al margen de los gobiernos, tratan de anticiparse y combatir una inminente catástrofe para salvar sus vida, y con ellas, a la misma humanidad. Un inquietante thriller ambientado en un futuro príximo (2028-2055) en el que ficción y realidad se van diluyendo y disociando a lo largo de su recorrido para retarte a distinguirlas y juzgar si las cosas son como nos las habían contado.
-Nuevo Mundo: Luna Apogeo II: Un interminable desierto gris se despliega ante él. Un mar de polvo salpicado de oscuras rocas y cráteres a la deriva. Se siente liviano. Lo único que rompe el silencio es su propia respiración artificial, que suena como si jadease dentro de un casco que no lleva. Se concentra en ella llenándose los pulmones con aquel fluido vacío, muerto. La curva del horizonte contrasta con el oscuro cielo cubierto por un manto de estrellas que parecen acariciar la superficie. Teme girarse, pero no puede evitar hacerlo.El bosque circular aparece frente a él. Su vista es capaz de abarcar la enorme circunferencia compuesta por altos e irregulares obeliscos, Trojaburgen saeteado por pétreas lanzas. Consigue detenerse antes de rebasar el primero de aquellos ceremoniales anillos concéntricos, muralla que desearía no tener que atravesar. Emergiendo de entre las sombras, una silueta humana se materializa unos anillos más adelante. Como ante un hipnótico fuego, John siente una irrefrenable atracción y temor. Según se aproxima hacia ella, crece la intensidad de la vibración en su cabeza y el inerte fluido que llena sus pulmones inunda su cerebro y su mente. No le reconoce hasta penetrar su alcance, aunque sabe que espera ese encuentro desde antes de su existencia. ¿Quién escribió su destino? ¿Es el futuro inevitable? ¿Quiénes fueron los Constructores? ¿Existe la verdadera magia? ¿Qué es Sobol? ¿Quién es? Sigue la odisea del joven John Dean, y descubre la respuesta de aquellos que fueron y son ante su pregunta…¿Qué es realmente la Luna?
Lo primero que debo decir sobre esta saga es que no es posible comprender el segundo libro sin leer el primero, ya que no tiene resúmenes ni glosarios de personajes (como indica su propio autor), así que quien quiera leer Nuevo Mundo primero tiene que haber leído Luna Apogeo. La trama principal es que la Luna se está alejando del planeta, y cuando esto pasa, las personas evolucionan/involucionan hasta convertirse en seres completamente diferentes y hasta un tanto monstruosos. La historia avanza sobre los esfuerzos de una organización para salvar a los últimos vestigios de la especie humana.
Son libros que enlazan realidad y ficción muy bien. Es muy fácil creerse que lo que se cuenta en el libro podría ser nuestro futuro, y el argumento de la posición lunar determinando el destino de la evolución humana es también sumamente original. Está claro que el autor ha pasado por un exhaustivo proceso de documentación antes de escribirlo, y uno puede aprender mucho sobre ciencia leyéndolo.
Sin embargo, esta obra tiene varios defectos... Posee un lenguaje muy cargado y especializado, descripciones un poco monótonas y un vocabulario lleno de tecnicismos que a veces cuesta seguir. Es una novela coral, en la que hay muchos personajes pero muy pocos protagonistas. Esto no me molesta en absoluto, pero sí el hecho de que con tantos personajes que hay prácticamente ninguno es femenino, solo hay una mujer un poco importante en la historia y el resto son puro atrezzo.
Algo que me parece llamativo es el absoluto menosprecio de la parte afectiva de los seres humanos, tanto que se me antoja hasta un poco irreal. Puedo entender que dentro de la ficción se considere que cuando los humanos evolucionen dejarán de lado sus sentimientos, pero no entiendo que en el trascurso de la historia haya humanos 'normales' capaces de abandonar a sus parejas y a sus hijos sin pensárselo dos veces solo por 'ir a correr una aventura', olvidar de la noche a la mañana a las personas amadas cuando caen enfermas o llegar a sacrificar a los propios hijos. Si fuera un solo personaje el que tuviera esta personalidad sería comprensible, pero es que casi todos los personajes son así de fríos. El único sentimiento bueno que se resalta un poco es la amistad.
En cuanto a la relación entre los libros de la saga, el segundo es más pobre que el primero. El primero llamaba la atención y hacía que el lector se sintiese más identificado con los personajes y sus circunstancias, también era el más verosímil; en el segundo destaca más la parte ficticia y el lector ya no se engancha a la historia de la misma manera. Es como si el estilo que el autor había creado con el primer libro se hubiera perdido con el segundo y Nuevo Mundo no se adaptase al molde de Luna Apogeo. Esto se nota incluso en la extensión, pues Luna Apogeo tenía 300 páginas y su segunda parte 200. En Nuevo Mundo no hay golpes de efecto como sí lo había en el anterior... Al principio la saga engancha mucho pero luego se pasa con las descripciones y las escenas sin sentido y el lector pierde el interés. En definitiva, me gustó mucho más el primero que el segundo.
Reconozco que aún no me he leído el tercer libro... Espero que tenga un final digno para la saga.
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