Autor: Ager Aguirre Zubillaga
Obra: Los nietos de Dios
Editorial: Círculo Rojo
Número de páginas: 426
Formato: Tapa blanda
Año de publicación: 2016
Sinopsis: Tras vivir el terremoto de San Francisco de abril de 1906 el empresario José Calderón encuentra una misteriosa piedra y descubre que puede cambiar el destino de la humanidad y todas sus creencias sobre su origen.
La difícil situación de España y un revés personal le obligan a posponer sus investigaciones. Cien años más tarde el escritor Gaizka Juaresti y la brokér bursátil Naiara Salazar retoman una búsqueda que cambiará sus vidas y puede que las nuestras.
Los nietos de Dios es la primera novela de Ager Aguirre Zubillaga, escritor novel que ya había debutado con otros cuentos y relatos.
Debo comenzar mi reseña diciendo que esta novela me ha parecido un absoluto, total y completo descubrimiento. Es un novelón. Puede que me haya puesto efusiva y algo rotunda, pero ahora os explicaré por qué este libro y su autor merecen mis aplausos. En primer lugar, como hecho anecdótico, reconozco que esa tarde estaba algo aburrida e indecisa buscando mi próxima lectura. Convoqué una encuesta en Twitter para preguntar qué libro leería a continuación y tocó este. Bien, pues esa misma tarde ya me lo había leído.
Los nietos de Dios es una obra de suspense, misterio y un poco de aventura narrada desde tres puntos de vista en tres épocas distintas:
Trata de explicar, desde un punto de vista religioso, cómo Dios creó a los Humanos y esos Humanos primigenios nos crearon a nosotros, los humanos con minúscula. No somos los hijos de Dios, sino sus nietos, de ahí el título de la novela. Zila es la primera humana creada por los Humanos y cuenta la expulsión del Paraíso, José Calderón es el primer hombre que vislumbra la auténtica historia del origen de la humanidad, y el equipo Gaizka-Naiara sigue los pasos que dio José Calderón para hallar esta verdad.
Me ha encantado la mezcla de las tres épocas y el suspense inicial. La fantasía del relato de Zila, la subjetividad de José y las aventuras de Gaizka y Naiara son los ingredientes que se trenzan y se conjugan en una obra que podría considerarse El código Da Vinci vasco. Además del sorprendente argumento y la forma de transmitirlo, la novela se erige sobre dos columnas que son: una gran crítica a la sociedad y una investigación llena de aventuras.
El trasfondo del libro es una crítica al ser humano egoísta y estúpido que adora a los dioses y sus profetas pero ha olvidado sus lecciones. En vez de cuidar el Planeta y ayudarnos entre nosotros, preferimos destruir la Tierra y guerrear. Un mensaje ecologista y pacifista.
Sobre las aventuras de Naira y Gaizka, añado que la novela está plagada de adivinanzas, puzzles, pistas y (lo que más me ha gustado) viajes entre España y Latinoamérica. Aunque algunos de estos acertijos escapaban a mi capacidad, he adorado las descripciones de lugares históricos importantísimos en el argumento y que, por una vez, están en Iberoamérica y no en Estados Unidos o Italia.
Lo único malo que le puedo encontrar a esta obra es, tal vez, el lenguaje. Me temo que no está en un lenguaje divulgativo, sino que emplea frases y fórmulas sintácticas algo complejas. De cada diez frases utilizadas, nueve son subordinadas. Hay párrafos que como mucho tienen dos puntos y oraciones con más de siete comas. Tiene alguna pequeña falta de expresión como repetir la misma palabra dos veces en una sola frase. Por último, hay una parte de la novela que es una carta que supuestamente fue escrita por un niño de diez años... Sin ánimo de menospreciar la inteligencia infantil, si ese niño escribía tan pulcramente con una década, a los quince años debería tener su propio sillón en el Instituto Cervantes. Pero no voy a martirizar al autor por esto, hay que tener en cuenta que es su primera novela. Tiene buen contenido, solo hace falta que pula un poco la forma.
Estoy deseando leer nuevos libros de este escritor.
Estas son algunas frases que me han gustado mucho:
- El personaje de Zila explicando 'el génesis' (en tercera persona del pasado).
- El personaje de José Calderón relatando su propia historia en el S.XX (en primera persona del pasado).
- Los protagonistas Gaizka y Naiara llevando a cabo su investigación en la actualidad (tercera persona del presente).
Trata de explicar, desde un punto de vista religioso, cómo Dios creó a los Humanos y esos Humanos primigenios nos crearon a nosotros, los humanos con minúscula. No somos los hijos de Dios, sino sus nietos, de ahí el título de la novela. Zila es la primera humana creada por los Humanos y cuenta la expulsión del Paraíso, José Calderón es el primer hombre que vislumbra la auténtica historia del origen de la humanidad, y el equipo Gaizka-Naiara sigue los pasos que dio José Calderón para hallar esta verdad.
Me ha encantado la mezcla de las tres épocas y el suspense inicial. La fantasía del relato de Zila, la subjetividad de José y las aventuras de Gaizka y Naiara son los ingredientes que se trenzan y se conjugan en una obra que podría considerarse El código Da Vinci vasco. Además del sorprendente argumento y la forma de transmitirlo, la novela se erige sobre dos columnas que son: una gran crítica a la sociedad y una investigación llena de aventuras.
El trasfondo del libro es una crítica al ser humano egoísta y estúpido que adora a los dioses y sus profetas pero ha olvidado sus lecciones. En vez de cuidar el Planeta y ayudarnos entre nosotros, preferimos destruir la Tierra y guerrear. Un mensaje ecologista y pacifista.
Sobre las aventuras de Naira y Gaizka, añado que la novela está plagada de adivinanzas, puzzles, pistas y (lo que más me ha gustado) viajes entre España y Latinoamérica. Aunque algunos de estos acertijos escapaban a mi capacidad, he adorado las descripciones de lugares históricos importantísimos en el argumento y que, por una vez, están en Iberoamérica y no en Estados Unidos o Italia.
Lo único malo que le puedo encontrar a esta obra es, tal vez, el lenguaje. Me temo que no está en un lenguaje divulgativo, sino que emplea frases y fórmulas sintácticas algo complejas. De cada diez frases utilizadas, nueve son subordinadas. Hay párrafos que como mucho tienen dos puntos y oraciones con más de siete comas. Tiene alguna pequeña falta de expresión como repetir la misma palabra dos veces en una sola frase. Por último, hay una parte de la novela que es una carta que supuestamente fue escrita por un niño de diez años... Sin ánimo de menospreciar la inteligencia infantil, si ese niño escribía tan pulcramente con una década, a los quince años debería tener su propio sillón en el Instituto Cervantes. Pero no voy a martirizar al autor por esto, hay que tener en cuenta que es su primera novela. Tiene buen contenido, solo hace falta que pula un poco la forma.
Estoy deseando leer nuevos libros de este escritor.
Estas son algunas frases que me han gustado mucho:
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