Autor: Pedro de Andrés
Obra: La balada de Brazodemar
Editorial: Ediciones Cívicas
Año de edición: 2015
Número de páginas: 296
Sinopsis: «El mal sueño había regresado y me atormentaba cada vez con mayor frecuencia. La ola se tornó escarlata, como si llevara diluida la sangre de millares de seres vivos. Y en el instante en que se abatía sobre mí, un enorme ojo de cetáceo rasgó el agua para sondear mi alma.
Cuando desperté, estaba abrazado al guardia, con mi puño en su abultado estómago y un líquido viscoso y repugnantemente cálido se derramaba sobre la empuñadura de mi daga».
El Censor de Glastonbide escucha en su cabeza el rumor del mar cada vez que algo terrible está a punto de sucederle.
Tras una fatídica cadena de desastres cuyo primer eslabón es Avaniera, una indomable pelirroja capaz de hurgar en su mente, el Censor se ve arrastrado a un éxodo lleno de aventuras, islas salvajes, leviatanes y animales fantásticos.
Una odisea en la que, enfrentado a su destino, busca recuperar la libertad perdida y hallar fugaces huellas que le lleven de vuelta a sus orígenes, al hogar, si es que queda algún sitio al que regresar.
Pedro de Andrés es un escritor bilbaíno que ha publicado El libro de las historias fingidas, El libro de las historias subterráneas y La balada de Brazodemar; además de otros relatos y antologías.
La balada de Brazodemar es un libro perteneciente al género de la fantasía épica que me ha dejado gratamente sorprendida. Reconozco que la portada, en principio, no me había creado grandes expectativas; pero como suele decirse, no hay que juzgar un libro por su cubierta.
La historia está narrada en primera persona por el Censor de una pequeña población en la ficticia Isla de Martin. La vida del Censor cambia cuando es "secuestrado" por Avaniera, y desde ese momento vive aventuras fascinantes y desgarradoras que no dejarán de impresionar al lector. En este libro se narra una gran historia que contiene grandes viajes, magia, traición, venganza, pasión y criaturas míticas (más específicamente, Leviatanes). A mí, por lo menos, me ha dejado sin habla.
Pienso que lo mejor del libro es cómo su autor logra que el lector empatice con el protagonista. Esto no se debe únicamente a la primera persona, sino a una narrativa fina y pulcra que aunque se adecúa al lenguaje propio del universo ficticio, no por ello deja de ser comprensible. He logrado sentir una gran identificación con el protagonista (Brazodemar) y las descripciones de los monólogos internos me han contagiado con toda la fuerza de sus sentimientos. Creo que Pedro de Andrés ha logrado crear un personaje digno, redondo y bien caracterizado. Y lo mismo sucede con otros personajes como Gavlan, Nenue, Avaniera y Sera.
Otra cosa que me ha gustado es que estas tres últimas han tenido papeles bastante relevantes. Son personajes femeninos fuertes, bien caracterizados e independientes. Desgraciadamente, no pasa el test de Bechdel. Creo que eso es lo único que le ha faltado al libro y espero que su escritor lo tenga en cuenta para próximas publicaciones.
Como curiosidad, decir que nunca se menciona el verdadero nombre del protagonista hasta la última página del libro, lo que resulta totalmente llamativo. Se le conoce por nombres como el Censor, Galán o Brazodemar. Es un buen punto de interés.
Por último, os comento que el libro tiene un final abierto, de modo que es posible que el autor esté pensando en una segunda parte. Yo la leería.
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