Autora: Rachel Ripley
Editorial: Universo de letras
Número de páginas: 216
País de edición: España
Año de edición: 2017
Sinopsis: Leo, un joven empleado en una multinacional, vive relativamente feliz con Laura, su esposa. Forman un matrimonio con los problemas cotidianos de cualquier pareja de clase media. Pero Leo, ambicioso, se embarca en una peligrosa espiral que lo llevará a acumular cuantiosas deudas que lo colocarán al borde del abismo.
Cuando cree que roza el fin, conoce a Álex, un tipo de aspecto elegante y modales excéntricos. Este lo invita a subir a su lujoso coche y le cuenta una historia increíble que a Leo le cuesta creer. Antes de subir a casa, el hombre le da un papel doblado con el que solucionará para siempre sus problemas económicos y hará desaparecer todas sus deudas. Leo, con el casero acuciándole y agobiado por los nubarrones que le acechan, seguirá el consejo de Álex.
Casi al instante, el dinero comienza a lloverle, sus deudas a desaparecer e incluso las cartas y las ruletas le favorecen siempre. Sin embargo, un día, al mirarse al espejo, la vida le da un vuelco.
Rachel Ripley es una autora madrileña que ya ha publicado otras obras, como la novela Senderos cubiertos de rosas y el cuento infantil Dunai, el gnomo de las dunas. Cuando el diablo se sienta a tu lado es su primer libro englobado en el género del terror y el suspense.
Se trata de una obra corta pero intensa. La autora logra envolver al lector en la atmósfera del relato desde la primera página. Con un lenguaje fresco que no abusa de florituras y un uso más que eficiente de las descripciones, Ripley ha logrado que sintiera que acompañaba a Leo en cada uno de los escenarios, sin importar que fuera una suntuosa mansión, un vertedero marginado o el mismísimo Infierno. Sin duda, el punto fuerte de esta obra es el buen uso del lenguaje y la habilidad de la pluma de la autora para atraer la atención. Al tener pocas páginas, la expectación no decae en ningún momento (no te aburres de leer siempre lo mismo), de modo que su longitud también me parece un acierto.
Esta novela tiene pocos personajes (de los cuáles mi favorito ha sido Álex), pero todos tienen un peso fundamental en la trama. Eso sí, he de reconocer que me han parecido un poco planos o con personalidades algo limitadas... Aunque Leo sí que experimenta una constante evolución, lamento decir que nunca he llegado a empatizar del todo con él.
Lo que menos me ha gustado del libro es que en más de una ocasión respalda ciertos comportamientos y actitudes sexistas... Por ejemplo, que el hombre quiera ganar dinero para que su mujer deje de trabajar (¿estamos en el siglo XIX?); que aunque la mujer trabaje siga siendo la que hace las tareas domésticas (y además se muestra de una manera totalmente natural, como si fuera "lo normal"); que el mayor hobby de las mujeres sea ir de compritas o decorar la casa; que en los congresos y fiestas empresariales todos los directivos sean hombres y a sus esposas, "naturalmente", les aburra hablar de negocios y se junten entre sí para cotillear; que el diablo siempre tiente a hombres llegando a disfrazarse de mujer y que de ahí vengan las leyendas de las brujas (por lo visto una mujer es un ser santo que no tiene unos deseos o aspiraciones que el demonio pueda satisfacer); que cuando al hombre le falla el deseo sexual hacia su esposa le ponga los cuernos, pero que sea impensable que ella haga lo mismo... Quiero pensar que la autora solo trataba de reflejar los pensamientos de su protagonista masculino, pero me temo que todo lo descrito anteriormente no mostraba ningún indicio de desacuerdo o crítica.
Sin embargo, donde sí ha habido mucha crítica (y me ha encantado), ha sido a la hora de describir las situaciones de desigualdad social, la mendicidad, la pobreza o la indecencia de ciertas multinacionales que no tienen en cuenta los derechos humanos en sus sistemas de producción. Un tema peliagudo pero tratado con bastante agudeza. Asimismo, también se indaga en el problema de la adicción al juego y a las casas de apuestas; tema que vertebra casi la totalidad de la obra.
Por último, añadir como curiosidad que la trama se ambienta en España, especialmente en Madrid, lo cual la hace más cercana y facilita la identificación del lector español.
En general es una obra que no está mal para pasar la tarde.
Se trata de una obra corta pero intensa. La autora logra envolver al lector en la atmósfera del relato desde la primera página. Con un lenguaje fresco que no abusa de florituras y un uso más que eficiente de las descripciones, Ripley ha logrado que sintiera que acompañaba a Leo en cada uno de los escenarios, sin importar que fuera una suntuosa mansión, un vertedero marginado o el mismísimo Infierno. Sin duda, el punto fuerte de esta obra es el buen uso del lenguaje y la habilidad de la pluma de la autora para atraer la atención. Al tener pocas páginas, la expectación no decae en ningún momento (no te aburres de leer siempre lo mismo), de modo que su longitud también me parece un acierto.
Esta novela tiene pocos personajes (de los cuáles mi favorito ha sido Álex), pero todos tienen un peso fundamental en la trama. Eso sí, he de reconocer que me han parecido un poco planos o con personalidades algo limitadas... Aunque Leo sí que experimenta una constante evolución, lamento decir que nunca he llegado a empatizar del todo con él.
Lo que menos me ha gustado del libro es que en más de una ocasión respalda ciertos comportamientos y actitudes sexistas... Por ejemplo, que el hombre quiera ganar dinero para que su mujer deje de trabajar (¿estamos en el siglo XIX?); que aunque la mujer trabaje siga siendo la que hace las tareas domésticas (y además se muestra de una manera totalmente natural, como si fuera "lo normal"); que el mayor hobby de las mujeres sea ir de compritas o decorar la casa; que en los congresos y fiestas empresariales todos los directivos sean hombres y a sus esposas, "naturalmente", les aburra hablar de negocios y se junten entre sí para cotillear; que el diablo siempre tiente a hombres llegando a disfrazarse de mujer y que de ahí vengan las leyendas de las brujas (por lo visto una mujer es un ser santo que no tiene unos deseos o aspiraciones que el demonio pueda satisfacer); que cuando al hombre le falla el deseo sexual hacia su esposa le ponga los cuernos, pero que sea impensable que ella haga lo mismo... Quiero pensar que la autora solo trataba de reflejar los pensamientos de su protagonista masculino, pero me temo que todo lo descrito anteriormente no mostraba ningún indicio de desacuerdo o crítica.
Sin embargo, donde sí ha habido mucha crítica (y me ha encantado), ha sido a la hora de describir las situaciones de desigualdad social, la mendicidad, la pobreza o la indecencia de ciertas multinacionales que no tienen en cuenta los derechos humanos en sus sistemas de producción. Un tema peliagudo pero tratado con bastante agudeza. Asimismo, también se indaga en el problema de la adicción al juego y a las casas de apuestas; tema que vertebra casi la totalidad de la obra.
Por último, añadir como curiosidad que la trama se ambienta en España, especialmente en Madrid, lo cual la hace más cercana y facilita la identificación del lector español.
En general es una obra que no está mal para pasar la tarde.
¿Lo habéis leído? ¿Os ha gustado? ¿Me recomendáis algún libro cortito de terror? ¡Decídmelo en los comentarios!
3 Comentarios
¡Hola!
ResponderEliminarEste libro me había conquistado con lo del buen uso del lenguaje, pero me perdió con lo de los personajes planos y las actitudes machistas. NO GRACIAS :[
¡A ver si el siguiente me mola más!
¡Un besito! <3
Alejandra - Creando Océanos
Graciad por la reseña pero lo dejo pasar. Saludos
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarÚltimamente veo mucho este libro y a pesar de que leo buenas críticas a mi no me termina de llamar, por lo que voy a dejarlo pasar.
Gracias por la reseña.
Nos leemos.