Obra: Memorias de una geisha
Autor: Arthur Golden
Editorial: Debolsillo
Número de páginas: 557
Año de edición: 1997 (primera)
Lugar de edición: Estados Unidos
Sinopsis: Poco antes de su muerte, Sayuri, una anciana japonesa afincada en Nueva York, cuenta la historia de su vida a un joven amigo americano. El poder de seducción de la voz narrativa de esta geisha legendaria transporta al lector a un Japón de entreguerras, lleno todavía de ecos feudales, y a una de las tradiciones japonesas que más curiosidad inspiran en el mundo occidental: la de la geisha, una peculiar práctica cultural a la que están ligadas artes tales como la seducción, la danza, la pintura o la clásica ceremonia del té.
Arthur Golden nació en Chattanooga (Tennessee). Tras estudiar en Harvard, donde se especializó en Arte Japonés, pasó un tiempo en China y Japón. Cuando regresó a los Estados Unidos, continuó sus estudios en la Universidad de Boston. Vive en Brookline (Massachussets) con su esposa y sus dos hijos.
Esta obra pertenece a ese selecto grupo de novelas que todo el mundo conoce, aunque sea solo de oídas o por la adaptación cinematográfica. Hay bestsellers cuya calidad artística provoca un debate continuo tanto entre los eruditos como entre sus seguidores en las redes sociales, pero en la humilde opinión de la que escribe, yo no tengo la más mínima duda de que Memorias de una geisha ha obtenido exactamente la fama que merece.
Es un libro seductor, pero no solo por el mundo de sensualidad, lujo y poder al que nos acerca el relato de Sayuri, sino por la complejidad de la personalidad de la protagonista y la capacidad del autor para trasladarnos a una cultura tan diferente de la nuestra. Este viaje a través del espacio y el tiempo nos transporta a la ciudad de Gion durante la época de la Segunda Guerra Mundial. Sayuri muestra en sus carnes las formas de vivir de los diferentes estamentos sociales japoneses, pues ella nace siendo la hija de un pobre pescador y acaba codeándose con las más altas esferas.
Me parece uno de los relatos más fidedignos de cómo vivía una mujer en el Japón de la época, sin más opciones que ser prostituta, esposa o geisha (la posición más independiente). El machismo al que se enfrenta Sayuri queda retratado en cada una de las páginas. Aunque no podamos decir que Sayuri sea una heroína feminista (no se cuestiona demasiado el statu quo y se pasa la mayor parte del libro suspirando por el amor de uno de sus clientes), sí que es de aplaudir su capacidad de adaptarse a los cambios y de buscarse la vida en un mundo casi carente de oportunidades, en aras de encontrar su propia felicidad.
Sayuri, además, es muy humana. No se la puede tachar de "malvada", pero tampoco es buena del todo. No duda en recurrir a la venganza contra los que le hacen la vida imposible, y aunque le tiemble el pulso, más de una vez se rebaja a comportamientos algo "indignos" con tal de lograr sus objetivos. A través de sus ojos también vemos la manipulación, la crueldad y la hipocresía del mundo que la rodea, de modo que ponernos en su lugar se hace más que sencillo.
Con un lenguaje claro pero elegante y unas descripciones exquisitas y envolventes, el autor ha conseguido un relato en primera persona capaz de trasladarnos al cuerpo y el alma de una geisha cualquiera. Hará las delicias de los amantes de la novela histórica, aunque también gustará a los fans de la novela romántica con un ligero toque de erotismo.
¿Qué os parece Memorias de una geisha? ¿Lo habéis leído? Por cierto, ¿os ha gustado la película? No la he visto aún y quisiera saber si merece la pena ;)
¡No olvides seguir el blog en Instagram! @la_contraportada_blog |
9 Comentarios
hooola! Leí esta novela hace años y tengo un bonito recuerdo de ella, como dices creo que es un buen retrato de las opciones de la mujer en ese japón.
ResponderEliminarLa película también me gustó mucho, te animo a verla porque me pareció una adaptacion muy buena y eso poca veces se ve jeje.
un saludo!
Acabo de verla y tienes razón, es genial <3
EliminarHola, yo vi la película, que me gustó bastante, y luego en el trabajo una compañera me habló de que lo tenía y se lo pedí prestado. Lo empecé con ganas, pero conforme avanzaba empezaba a desinflarme, no sé si era yo, o la lectura, supongo que sería yo. El caso es que llego un momento que o adelantaba, me aburría, me entraba sueño y debía a volver lo leído porque no me enteraba de nada, así es que al ver que me pasaba todas las noches, que no era que estaba cansada ni nada, que era coger el libro y entrarme una modorra épica, lo dejé. Así es que no te puedo decir más que mi experiencia con el libro. Por la película, yo te la recomiendo, es muy bonita. Saludos.
ResponderEliminarBueno, el caso es que te gustó esta historia, aunque fuera en forma de película. ^-^ ¡Gracias por comentar!
Eliminar¡Hola, La Contraportada!,
ResponderEliminarPues justamente yo he visto la película y no he leído la novela. Mira que intento hacer siempre lo contrario cuando una película está basada en un libro.
Ahora bien, la peli me gustó mucho y en algún momento me gustaría leer el libro ^^. Más si cuentas que te ha gustado el retrato de la protagonista y la seducción que desprende el relato.
Ya te contaré ;).
Un besito de tinta y hasta pronto :D
Acabo de ver la peli y es muy fiel al libro. Yo creo que te puede gustar :)
Eliminar¡Hola! ^^
ResponderEliminarLa película la vi hace muchos años, así que no recuerdo gran cosa, pero sé que me gustó, y que desde entonces he querido leer el libro. Ha pasado tiempo, pero todavía quiero leerlo, y después de leer tu opinión más todavía. Tengo ganas de conocer mejor como es la vida de las geishas :)
Un beso!
La verdad es que antes de leerlo me gustaría ver la película para hacerme una idea porque sinceramente no creo que me guste
ResponderEliminarMil besos y nos leemos
Cris La Bruja Escarlata
¡Hola!
ResponderEliminarPues ayer estuve a punto de comprar esta novela porque me han hablado muy bien de ella y tengo mucha curiosidad por leerla ^^. Además, hace poco estuve cerca del palacio que sale en la película y eso hace que tenga más ganas de leerla. A ver si lo hago pronto.
¡Besos y nos leemos!
Marieta ~ Relatos de una náufraga