¡Hola, contraportadistas! Hoy estoy eufórica por varios motivos:
1) He acabado los exámenes (¡y he sacado buenas notas!).
2) El botón de seguidores del blog vuelve a funcionar.
3) Anteayer estuve en FITUR.
Sé que debería haber escrito este post antes, pero después de dos meses de estudio sin descanso (sí, las entradas de los dos últimos meses estaban casi todas programadas) estaba para el arrastre. Pero no me he olvidado de nada, así que pronto escribiré todos los post que tenía previstos.
Habiendo explicado esto, es hora de hablar del cogollo de este post: mi experiencia en FITUR 2017. FITUR, para el que no lo sepa, es la Feria Internacional del Turismo (la mayor convención de turismo de España) y se celebra en los pabellones de IFEMA en Madrid. He asistido a tres ediciones y cada año se superan. En este evento los diferentes países y regiones (165 naciones este año) colocan stands en los que llevan a cabo diferentes actividades para familiarizar a los posibles turistas con la cultura del país. En cada pabellón suelen juntarse los países de un determinado continente, y luego hay otros pabellones para las Comunidades Autónomas Españolas y para otros aspectos relacionados con el turismo (turismo sostenible FITUR TECH, turismo saludable FITUR SALUD, turismo LGBT...). Cada stand de cada territorio tiene vía libre (según su presupuesto) para llevar a cabo diferentes actividades, hacer regalos a los asistentes, presentar sorteos y concursos... Y todo por un precio de 9€ de entrada.
En un solo día me apunté a unos siete sorteos cuyos premios eran viajes (crucemos los dedos), me regalaron un montón de revistas y demás cositas (en el siguiente párrafo os contaré), y participé en un montón de actividades. Dentro de estas actividades había un simulador de esquí en Corea del Sur, un masaje (me faltó tiempo para ir D=), una muestra de arte chino de hacer figuritas con azúcar (reconozco que me comí la mía), una cata de vinos y quesos extremeños (con monologuista incluido) y un test sobre Bulgaria (cuyo premio fue una colonia).
Fuimos por la mañana y estuvimos hasta bien entrada la tarde ya que el lugar era inmenso y había muchas cosas que ver. Y sí, he dicho fuimos porque últimamente mi amigo Javi (recordémosle de mis aventuras por Granada y mi mañana en el Circo de hielo) me acompaña a todas estas cosas xD. Salimos de allí con un montón de bolsas llenas de revistas, catálogos, folletos... y también muchos regalitos. Y aquí es donde la literatura cobra presencia y tiene sentido que hable de FITUR en este blog (ya que, en realidad, estaba cubriendo el evento para el programa de radio en el que trabajo, la Agenda Compacta FM). En esta edición me regalaron una hucha de arcilla artesanal con forma de botijo (para abreviar HAAFB xD) en el stand de Bailén, un monedero en Corea y la colonia en Bulgaria; pero además me regalaron varios marcapáginas y LIBROS, sí, libros. Y es que la literatura siempre ha sido un cauce de difusión de cultura y los de FITUR se han dado cuenta de ello. He aquí mis tesoros:
No he leído mucha literatura de viajes así que estoy deseando devorarlos =)
Al fin y al cabo una vez leí que...
El que viaja mucho y lee mucho, ve mucho y sabe mucho.
Y también que...
Si quieres viajar lee, y si quieres escribir viaja.
¿A qué país te gustaría viajar dentro de un libro? ;) Dímelo en tus comentarios.
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