Autores: Juan Eslava Galán y Francisco Núñez Roldán
Editorial: Caudal
Número de páginas: 179
Año de edición: 2017
Precio: 16,50€
Género: Literatura de viajes.
Resumen: Estas notas de andar y ver son cualquier cosa menos una guía de viajes al uso. En ellas sus autores han resumido los lugares que, juntos o por separado, más les impresionaron, más les dijeron, más huella dejaron en ellos, sabiéndolo o no en su momento, pero luego remansándose en forma de recuerdos textuales en los que se aúnan paseos, reflexiones, paisajes, perspectivas, experiencia vital y literaria. Todo un zumo de vida que a lo largo de más años de los que quisieran han depurado sus muchos vagabundeos por las tierras que los vieron nacer o vivir.
Este es un libro algo difícil de reseñar, ya que no tiene un argumento o una trama, sino que se trata del relato de un viaje por las provincias de Andalucía. Cada capítulo se corresponde con una de las capitales de provincia por este orden: Sevilla, Jaén, Málaga, Granada, Córdoba, Cádiz, Almería y Huelva. Dentro de estos capítulos hay sub-capítulos en los que se describen lugares que destacan por su importancia, su belleza o su popularidad. Además, cuenta con una breve introducción del autor Francisco Núñez. Cada uno de los capítulos vienen firmados por el autor que lo ha escrito. Como toque de color y curiosidad añadida, en el centro del libro encontramos unas páginas con fotografías en buena calidad que ilustran buena parte del relato y nos terminan de situar en los escenarios que narran los autores.
Debo decir que es la primera vez que leo literatura de viajes (exceptuando, tal vez, Viaje al centro de mis mujeres) y al principio creí que se trataría de una guía o un manual, y no podía estar más equivocada. Los autores hacen unas descripciones bien narradas que pincelan con palabras cada rincón de Andalucía. No se limitan a hacer un mapa y contar la historia del sitio, sino que cogen al lector y le llevan a través de una ruta bien confeccionada en la que le describen cada camino, cada calle, e incluso le llevan a restaurantes y pastelerías donde pueda descansar y probar la gastronomía regional. Tal vez esto esté hecho con la intención de que el lector visite los lugares en persona, más allá del libro, y siga la misma ruta que se le indica. ¡Ya no hará falta contratar a un guía ni a una agencia de viajes!
Más allá de lo que se muestra, también se cuentan las leyendas, los mitos y las curiosidades de los emplazamientos, por lo que el libro está lleno de pequeñas historias. Con respecto al lenguaje, no se basa en descripciones pesadas sin más, sino que los autores interactúan con el lector en cada párrafo y hablar de una forma muy dicharachera y cercana, pero siempre respetuosa:
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