Reseña: 'El pequeño libro de los grandes valores'

Autora: Meirav Kampeas-Riess

Obra: El pequeño libro de los grandes valores

Editorial: Alienta Editorial - Planeta

Traducción: Rosa María García

Número de páginas: 220

Lugar de edición: España

Año de edición: 2018

Sinopsis: A través de las vivencias de su abuela, Meirav Kampeas-Riess nos transporta a la Europa de mediados de siglo XX para cuestionarnos nuestros valores y mostrar la importancia de la memoria, la historia y la educación. La historia arranca en 1938 en el seno de una familia judía que vivía en Selish, ciudad del antiguo imperio astro-húngaro. A través de los ojos de Edith Roth, por entonces una joven de dieciséis años llena de ilusiones y amor, vemos cómo vivía su familia y cómo la vida les cambia radicalmente cuando los nazis invaden su ciudad. El paso por un gueto y por el campo de concentración de Auschwitz hacen que la joven Edith se transforme en una mujer fuerte que logra sobrevivir al horror y, después de numerosas vicisitudes, inicia una nueva vida en Israel.

Se trata de la primera obra publicada por la autora israelí Meirav Kampeas-Riess, que compagina sus inquietudes literarias con su profesión de maestra de hebreo en Madrid. Me parece curioso destacar que esta autora es amiga de Cipri Quintas, autor de El libro del networking, reseñado por este mismo blog en enero. De hecho, en los agradecimientos, la escritora agradece a Quintas que la animase a escribir este libro.

Más allá de estas curiosidades de la profesión literaria y centrándonos en el libro, he de decir que es una obra bellamente maquetada. La tipografía no es la típica Times New Roman, y aunque no puedo identificarla, se trata de un tipo de letra que no cansa la vista y que, de hecho, hace que el libro se haga más corto de leer. El tamaño de la novela es algo más pequeño que en un libro de bolsillo, la edición es en tapa dura y forrada en un material que pretende asemejar el cuero, con las letras del título plateadas y un ribete para hacer de marcapáginas. Aunque siempre se dice que no hay que juzgar a un libro por su cubierta, lo cierto es que El pequeño libro de los grandes valores te entra por los ojos.

En cuanto al género, podríamos decir que este libro agrupa de forma inteligente las moralejas de un libro de autoayuda, el relato de la novela histórica (en este caso, la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto Nazi) y la emotividad de la novela biográfica (al fin y al cabo, la autora está relatando la historia de su abuela). 

El libro comienza con el día a día de Meirav, que se plantea qué son los valores en una sociedad que cada vez parece más deshumanizada. En su viaje familiar a Israel, decide indagar en el pasado de su abuela, Edith, cuya historia compone el grueso del libro y abarca desde su juventud familiar hasta el comienzo del horror causado por las SS. Narra su traumática experiencia como prisionera en Auschwitz, su liberación, su emigración a Israel y unas pinceladas sobre el conflicto árabe-israelí (en el que la autora no ha querido meterse mucho).

Entrada de Auschwitz con el lema 'El trabajo os hará libres'.
Fuente: Wikimedia Commons

Empatía, respeto, resiliencia, compasión y amor son esos grandes valores que la autora quiere transmitir en estas páginas, y lo cierto es que me parecen muy adecuados. Todas las páginas están marcadas por el amor a la familia, la aceptación del diferente y la lucha por seguir adelante.

Como único punto negativo pondría que algunos de los recuerdos de Edith con su familia (antes de que empezara "el desastre") me parecen un poco utópicos. Tal vez la mente de la anciana los recuerde así después de tantos años de horror y añoranza, o tal vez la autora ha querido meter más sentimiento en sus páginas... Simplemente me ha dado la sensación, en algunas ocasiones, de que en el libro se pinta a los personajes principales como seres de luz carentes de toda maldad capaces de llenar un carro de la compra para regalarle todo a un vagabundo que pasaba por la calle (literal, sale en el primer capítulo).

En cualquier caso, es un libro que, como se dice en un lenguaje más llano, me ha tocado la patata. Me ha dejado con los sentimientos a flor de piel en muchos capítulos y en otros he sentido los pelos de punta ante el horror. Eso sí, es cierto que siempre hay que leer esta clase de libros con perspectiva, por ejemplo, si vemos que en la novela siempre son las mujeres las que friegan y cocinan, hemos de tener en cuenta que es una historia de principios del siglo XX.

Desde mi punto de vista, este ejemplar se merece una oportunidad. Aunque sea una historia dura, precisamente este es el tipo de novela que yo mandaría que se leyese en las escuelas e institutos y no tanta obra magna clásica que a esa edad no se entiende ni se aprecia (y a veces, con más edad, tampoco).

Sería repetitivo decir que es un libro con muchos valores y una importante lección de historia... Una historia que espero que nunca se repita.

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