Autor: Montague Rhodes James
Obra: Los cinco frascos
Título original: The five jars
Idioma original: Inglés
Traducción: Óscar Mariscal
Editorial: Berenice
Número de páginas: 148
Año de publicación: 1922 (de la obra original) / 2014 (de esta edición)
Resumen: Un paseante, que da señales de ser bastante sabio, recibe susurros y murmullos de un arroyo que le llevan a desenterrar una extraña caja. Allí encuentra envueltos cinco frascos que contienen ungüentos con efectos mágicos. Cada vez que los usa le dan poderes especiales, y en principio benéficos, para entender, por ejemplo, las extrañas conversaciones de los búhos o las divertidísimas divagaciones de un gato. Diversas criaturas de apariencia amistosa están empeñadas secretamente en impedirle que acceda a ese mundo. ¿Qué historia tan extraña contienen estos cinco frascos para que estas criaturas no duden en lanzar el escalofriante ataque de la"bola de murciélagos", de acechar con la temible"columna de niebla"o usar sus artimañas como buhoneros fantasmales? // El medievalista y folclorista victoriano, Montague Rhodes James, considerado el gran padre de la literatura de fantasmas y autor de los mejores clásicos del género, concibió la trama de Los cinco frascos en 1916 y decidió escribirla como regalo para su pupila Jane MacBryde. Berenice publica por primera vez en español este clásico del género fantástico juvenil, y lo acompaña en apéndices con el relato "El campo de juegos después de anochecido", que según todos los especialistas en M.R. James,"debe ser leído como una especie de complemento a Los cinco frascos...". En la estela de obras maestras como las Fantasías de George MacDonald o Alicia en el País de las maravillas de Lewis Carroll, esta historia de espectros, en principio escrita para niños y jóvenes, tiene todos los ingredientes para emocionar a lectores de todas las edades.
M. R. James es una figura de reconocido prestigio de la literatura clásica inglesa del siglo XX. Sus obras retratan la fantasmagoría y los mitos ingleses de la época, configurando historias de fantasía más que curiosas.Los cinco frascos (1922) fue su cuarta novela de un total de seis.
Los cinco frascos es una novela epistolar, es decir, el relato se configura como una carta que Montague R. James (que se llama a sí mismo "M" dentro de la novela) le escribe a Jane (su pupila en la vida real) en la que le cuenta la experiencia fantástica que vivió durante un verano, en el que encontró cinco frascos que le dieron poderes para interactuar con los animales y las criaturas mágicas. De modo que el narrador está en segunda persona del presente cuando se dirige directamente a Jane y en primera del pasado cuando habla de sus aventuras.
Como se puede observar en la portada, hay una frase que dice: "Un clásico de la literatura de fantasmas escrito para jóvenes... y no tan jóvenes". Quiero hacer unas aclaraciones sobre esto. En primer lugar, aunque la obra anterior de M. R. James trataba el tema de lo fantasmal, en Los cinco frascos no hay ninguna aparición remarcable de los espectros, por lo queno se puede considerar literatura fantasmal, sino de fantasía. En segundo lugar, la novela está escrita en un lenguaje antiguo plagado de cultismos. Para un lector adulto ya exige una cierta concentración adicional, por lo que no creo que sea una obra muy apreciada por el público infantil.
La novela en sí me ha resultado bastante entretenida y curiosa. Si hay algo que me ha parecido remarcable ha sido comprobar que M. R. James podría tratarse perfectamente de un visionario, ya que habla de un aparato mágico de unos seres llamados "Gente Menuda" con forma de una pequeña pantalla con botones que emitía imágenes en movimiento con color y sonido. El autor hablaba de un pequeño cinematógrafo mágico que contaba historias. Podría afirmar que el autor predijo en 1922 la existencia de los iPad y las tablets. Además, el autor realiza una parte del relato desde la universidad de Eton (a la que él asistió) y habla del "Eton Wall Game", una de las versiones más antiguas de fútbol que se conocen. En el relato, el personaje obtenía el poder de tener visiones del pasado. ¿No tendría M. R. James la cualidad de visionar el futuro?
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