Reseña: 'Juvencia'

Autor: Luis Miguel Sánchez Tostado

Obra: Juvencia

Editorial: Círculo Rojo

Número de páginas: 440

Año de edición: 2017

Sinopsis: ¿Qué secreto descubrió Juan Ponce de León en 1521? Al mando de dos barcos y doscientos hombres el conquistador español desembarcó en Florida en busca de la mítica fuente de la eterna juventud (juvencia). Tras múltiples peripecias creyeron encontrarla en un templo milenario pero, lejos de sus efectos reparadores, el misterioso fluido poseía un poder insólito muy distinto. Ponce de León quiso entregarlo al emperador de España para conquistar los Santos Lugares de Jerusalén, en poder de los otomanos. Cinco siglos después la juvencia aparece en unas excavaciones y cae en manos de la antropóloga Brenda Lauper, que vivirá una fascinante experiencia que marcará su vida. La CIA y una organización masónica intentarán apoderarse del descubrimiento, pero la doctora Lauper tratará a toda costa de impedirlo. Una conmovedora historia de amor, una trepidante aventura que ahonda con intriga y humor en el conocimiento de nuestro propio destino.

Esta novela ha sido finalista en los certámenes internacionales Ciudad de Badajoz (2016), Ciudad de Úbeda (2015) y Ciudad de Torremolinos (2016) y está avalada por el escritor Juan Eslava Galán. Su autor, Luis Miguel Sánchez Tostado, es escritor, historiador y criminólogo. Entre sus obras destacan Cencerro, un guerrillero legendario (Adsur, 2010), Más allá de la mirada (El Olivo de Papel, 2011), Los secretos de la masonería en Jaén (Liberman, 2013), Doce relatos en punto (Autoedición, 2014) o Hablando en plata (Grupo La Paz, 2015).

Se trata de una novela de aventuras con grandes retazos de ficción histórica y un puntito de fantasía. La historia comienza cuando la antropóloga Brenda está analizando unos huesos y un cofre lleno de vasijas encontrados en un yacimiento, y bebe sin querer una gota de su contenido. De pronto despierta en el siglo XV, en una de las expediciones que se hizo en la época de Ponce de León al continente americano, y tendrá que adaptarse a esa nueva vida en el pasado. Brenda acompañará al explorador Íñigo de Velasco en sus aventuras.

Lo más original de la obra es que tiene una parte de su trama que sucede en el pasado y otra parte que continúa en el momento presente, en el que un excéntrico multimillonario acabará con quién sea con tal de conseguir la juvencia... El elixir de la Eterna Juventud. Algo que también es original es el cambio de narrador según la época, pues hay un narrador omnisciente (en tercera persona) en el presente, mientras que en el pasado el narrador está en primera persona desde el punto de vista de un personaje llamado Wallace, que además (para darle verosimilitud) se expresa en castellano antiguo.

Admito que esto último me ha desconcertado un poquito, ya que el estilo narrativo podía resultar confuso (es como si intercalaran fragmentos del castellano del Quijote en una novela de Laura Gallego); es original pero cuesta un poco adaptarse. Aunque esto (como toda la reseña), solo es mi punto de vista.

Lo que más me ha gustado de la novela es que se nota todo el trabajo que hay detrás. El escritor conoce al dedillo cada detalle histórico y en ese aspecto es absolutamente verosímil. Incluso diría que es didáctico, pues a menudo encontramos anécdotas históricas que explican expresiones o comportamientos de hoy en día. Tengo que quitarme el sombrero ante este autor. Asimismo, alabo a la editorial por una edición en tapa dura que es absolutamente preciosa y bien cuidada.

Pero, como en todas mis reseñas, también tengo que deciros qué es lo que menos me ha gustado. Además de que me despistase el cambio de narrador, también me sorprendió la cantidad de personajes y tramas que se ataban y entrecruzaban de una forma un tanto forzada. No puedo entrar en detalles para no hacer spoiler, pero había muchos aspectos absolutamente inverosímiles. Por ejemplo, ¿a cuántos se os ha caído un vaso con agua alguna vez y ha dado la bendita casualidad de que JUSTO os ha caído una gota en los labios y os la habéis bebido? No sé, es como tirar la moneda a cara o cruz y que caiga de canto. También es raro que si alguien del presente se toma la juvencia, viaja al pasado; pero si alguien del pasado toma la juvencia, se queda donde está. Aparte, los personajes viajaban en cuerpo y alma al pasado pero tenían un segundo cuerpo en el presente que se quedaba como en coma... No sé, no le veía el punto.

Tampoco me ha gustado nada el hecho de que es una novela en la que hay muchísimos personajes pero solo hay dos que sean femeninos y mencionables (porque el resto eran, básicamente, prostitutas o esclavas sexuales). Estos dos personajes están bastante sexualizados y hasta un poco victimizados (una consigue lo que quiere con sexo y la otra es muy inteligente pero siempre la tienen que estar salvando). Siguen un poco el camino de la mujeres que aparecen en las historias de aventuras clásicas para enamorarse o para que los personajes principales se enamoren de ellas.

Con todo, es una novela que no está mal. Si estás empezando con el género de las aventuras históricas es un buen libro para adentrarte en este universo. Tal vez sea que me pilló en un momento un poco espeso (acabo de terminar los exámenes) y es cierto que es un tocho de libro con muchas páginas, muchas tramas, muchos datos, muchos personajes y ese cambio de narrador que me ha dejado muy fría.

¿Os gustaría leerla? ¿Me recomendáis libros de aventuras? ¡Espero vuestros comentarios!


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